Alrededor de los 12 años se inicia la secundaria en México. De los tres años de secundaria, hay que tomar en cuenta que los dos primeros corresponden aún al segundo septenio de vida del niño, que para entonces tiene 13 – 14 años, y que en el tercer año de secundaria, cuando el niño tiene 15 años de edad aproximadamente, se inicia el tercer septenio, y con ello el desarrollo del pensamiento analítico, se enriquece la vida anímica y se perfila más la personalidad, con un sentimiento inminente del futuro.
En esas edades los niños están cercanos a la adolescencia, lo cual trae consigo cambios significativos, no sólo físicos, sino también anímicos y espirituales. Poco a poco se revela la experiencia de una intimidad espiritual que se abre al exterior. Ahora el niño busca conocer y conquistar el mundo, por lo que requiere de orientación hacia lo universal. Es entonces cuando el pensamiento causal y una mayor capacidad de abstracción entran en escena. No obstante lo anterior, los niños en esa etapa requieren aún del aprendizaje a través de imágenes y de estar acompañados del arte para desarrollar sus habilidades.
En la Escuela Waldorf de la Ciudad de México el Currículum Waldorf de Secundaria va al encuentro de dichas habilidades propiciando su despliegue y sano desarrollo. En muchas materias, en especial en ciencias (física, química y biología), se parte de la experiencia directa y se llega al conocimiento por el camino de la imaginación, la reflexión y el arte.
En las materias de humanidades el enfoque se dirige al hombre para explorar, conocer y ampliar los horizontes en las perspectivas de la vida, entretejiéndose con biografías de hombres ilustres. Con ello se alimenta el sano idealismo, que late como necesidad en los jóvenes y que los impulsará con fuerza en el futuro.